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¿Se puede congelar el risotto? 3 consejos

Cocinar un risotto puede ser una tarea un poco imprecisa, ya que es posible que en el proceso de cocción el arroz tenga un mayor o menor crecimiento y nos terminé sobrando o faltando algo de comida. Esta preparación requiere de mucha paciencia, y si te llega a quedar mucho sobrante, seguro te preguntaras si se puede congelar el risotto.

El risotto es un plato delicioso, pero que necesita mucha concentración y vigilancia permanente. Basta moverse un poco y dejar de revolver, para que se queme todo o adquiera una textura desagradable.

Precisamente por su delicadeza, es normal que nos preguntemos si se puede congelar el risotto o no, ya que no queremos arruinar su composición tras llevarlo al congelador. Veamos algunas formas de conservar esta rica preparación sin necesidad de dañarla.

¿Qué es un risotto y por qué es importante conocer su conservación?

El risotto es un plato de origen italiano, caracterizado por ser un caldo de arroz, al cual pueden agregarse otros ingredientes como queso rallado. El caldo que se añade al risotto puede ser de pescado, carne o verduras, existiendo diferentes variedades de este rico alimento.

Su textura es cremosa y contiene una gran cantidad de sabores entremezclados que lo hacen una preparación muy original y apreciada.

A partir de la receta tradicional de risotto italiano, es posible agregar o quitar ingredientes para crear diferentes mezclas de sabores, existiendo risottos de verduras, mariscos, e incluso de setas. Así mismo, es posible cocinar variedades de risottos que no necesariamente incorporen el arroz, sino que se preparan con alimentos alternativos como coliflor, calabacín o lentejas.

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Ahora bien, ¿qué hacer si me ha sobrado risotto? ¿Es posible congelarlo?

¿Cómo conservar el risotto?

Sabemos muy bien que una de las formas más sencillas de conservar cualquier tipo de alimento, es llevándolo al congelador. Sin embargo, no muchas personas conocen si se puede congelar el risotto o no, ya que se considera que el proceso de congelamiento puede afectar a la textura y apariencia normal de lo que sería un buen risotto.

Por esto, conservar para días después de cocinado una comida como esta, puede llegar a ser complejo para algunos.

Definitivamente, el mejor momento para consumir risotto es cuando está recién hecho y fresco. En ese momento, el risotto posee una consistencia suave, cremosa y los sabores están en su mejor punto. Pero, si no se va a consumir todo, es necesario guardarlo y tratar de aprovecharlo para otro momento.

La buena noticia es que efectivamente, sí, se puede congelar un risotto, pero para ello, debemos seguir algunas indicaciones y así asegurarnos de que nuestra preparación no se ve afectada para que, efectivamente, el risotto se conserve de la mejor manera. La idea es que podamos disfrutar nuevamente los sabores de este delicioso plato como si lo acabásemos de preparar.

Un punto importante sobre si se puede congelar el risotto, es que dependiendo de los ingredientes que este posea, será más o menos conveniente congelarlo y su duración puede variar. Recordemos que no todos los alimentos tienen el mismo tiempo de oxidación, así que puede ocurrir que tu risotto dure un poco menos si contiene algunos componentes como pescado, por ejemplo.

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Recomendaciones para congelar el risotto

Ya que sabemos que se puede congelar el risotto, veamos algunos consejos para hacerlo de la mejor manera y asegurar que tendremos, al día siguiente, un producto todavía fresco y rico.

  1. En primer lugar, una vez sepamos que deseamos guardar el risotto, es crucial dejarlo enfriar por completo. No es recomendable introducir al frigorífico un risotto que todavía esté humeando, ya que corre el riesgo de que se dañe por el cambio brusco de temperaturas. Evalúa muy bien la temperatura antes de llevarlo a congelar, procurando que esté completamente frío o a temperatura ambiente.
  2. Una vez se haya enfriado por completo el risotto, es importante colocarlo en un recipiente hermético, preferiblemente de plástico. Si bien se puede congelar el risotto, no es recomendable colocarlo en envases de aluminio u otro metal. Ni siquiera vidrio, ya que corre el riesgo de que se oscurezca nuestra receta y pierda su sabor original.
  3. Otra opción para conservar correctamente este tipo de alimentos es colocándolos en una bolsa sellada al vacío. El envasado al vacío posee unas grandes ventajas en comparación con otros tipos de métodos de conservación. Principalmente por el hecho de que no altera los sabores, texturas o aromas de las preparaciones que deseemos congelar. Por lo tanto, puede ser una gran opción para la conservación de un risotto.

Además, con una envasadora al vacío, es posible alargar mucho más la vida de los alimentos que si únicamente se congelan. De hecho, si se puede congelar un risotto envasado al vacío, es posible que pueda durar al menos dos meses en el congelador.

¿Cómo descongelar el risotto?

Ciertamente, se puede congelar el risotto, pero, ¿cómo descongelarlo para volver a comerlo?

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En realidad, es muy simple. Te recomendamos dejar el risotto descongelarse por lo menos toda una noche y, posteriormente, para calentar y consumir, solo debes ponerlo al fuego y agregar una taza de agua o caldo. Después revuelve muy bien de manera suave hasta que el risotto vuelva a tener su textura.

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¿Qué más hacer con el risotto sobrante?

Aunque ya sabes que se puede congelar el risotto y que existen formas de conservarlo por mucho tiempo, hay quienes prefieren aprovechar el sobrante de esta preparación para cocinar otros platos. Esto es particularmente útil cuando las cantidades que sobran no son tan grandes.

Una de las recetas que puedes preparar con lo que te haya quedado de risotto es el arancini, o croquetas de arroz, una de esas preparaciones de “fondo de nevera” en la que aprovechas todo lo que te va quedando.

El arancini son bolas de risotto rellenas con queso y otros ingredientes que queramos echar. Estas bolas deben ser pasadas por pan rallado y finalmente freírse.

Otra manera de aprovechar lo que queda, aunque sepas que se puede congelar el risotto, es preparar tortas o creps de risotto. Para ello solo debes poner aceite en tu sartén y extender una capa de risotto, aplastarla muy bien y dorarla por ambos lados. Estas tortas las puedes comer tal cual, o rellenarlas como si fuera una pizza.

Como puedes ver, la idea es no perder nada de comida sobrante. Ya bien sea que lo que deseas es congelar tu risotto para ocasiones futuras, o prepararlo de otra forma. ¡Ahora ya tienes todas las herramientas que necesitas!