Muchas veces los aparatos eléctricos pueden sufrir algún desperfecto, como pasa con las freidoras eléctricas. Por ese motivo, es necesario saber cómo arreglar una freidora eléctrica para que puedas seguir desempeñando tu trabajo con normalidad.
Si tu aparato de cocción no funciona correctamente y quieres arreglarlo por ti mismo, entonces te explicaremos paso a paso cómo arreglar una freidora eléctrica y cuáles son los motivos por los que tu aparato podría dejar de funcionar correctamente.
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Las freidoras son uno de los equipos de cocción más utilizados en los locales de comidas rápidas o restaurantes cuyo menú cuenten con opción de productos fritos. Actualmente existen freidoras eléctricas, las cuales resultan ser más respetuosos con la naturaleza y mantienen una mejor temperatura que las freidoras a gas.
Sin embargo, a pesar de sus grandes ventajas en comparación con las de a gas, las freidoras eléctricas pueden romperse o averiarse con el constante uso. En muchas ocasiones, los propietarios optan por adquirir una nueva, creyendo que saldrá más cara su reparación. Pero hay casos en los que uno mismo puede arreglar la freidora sin necesidad de contar con un técnico o profesional en aparatos eléctricos.
Saber cómo arreglar una freidora eléctrica te ayudará a ahorrar dinero en la compra de otro producto, además de que casi siempre es un problema pequeño que no lleva mucho tiempo reparar y que puedes hacerlo con las herramientas que tengas en tu establecimiento. Es hora de recuperar esa máquina y ofrecerle una segunda oportunidad para que funcione en perfectas condiciones durante más tiempo.
Antes de realizar alguna acción, lo primero que debes comprobar es si tu aparato está correctamente enchufado. ¿Cuántas veces no ha pasado que nos despistamos y no conectamos nuestros aparatos? Si aún así sigue sin funcionar, es hora de la reparación.
A continuación, presentaremos tres posibles motivos por los cuales no funciona la máquina y cómo arreglar la freidora en cada caso.
Si la freidora no enciende, puede deberse a que tenga algún problema en la alimentación eléctrica como el termostato. En este caso, lo que debes hacer es abrir el protector con un destornillador y comprobar los cables conectados al interruptor de seguridad y al termostato.
Debes saber que los cables del termostato se pueden reemplazar o unir (son dos cables que deberían estar por separados en el termostato). En caso de no contar con cables extras, puedes unir ambos cortando uno de ellos y creando un puente de conexión.
Una vez realizada esta operación, deberás utilizar el multímetro, el cual es un instrumento de medición que detecta las variantes eléctricas. Generalmente cuenta con dos conectores metálicos, los cuales puedes contactar con los cables del termostato e interruptor para verificar que tengan corriente eléctrica.
Si el multímetro hace ruido, significa que el interruptor o termostato sí cuenta con corriente eléctrica. Si el termostato no produce ningún ruido, puedes reemplazarlo por otro o crear un puente con los cables.
En el siguiente vídeo, podrán saber más sobre cómo arreglar una freidora eléctrica que no enciende o repentinamente haya dejado de funcionar correctamente.
Esto puede ocurrir por diversas causas, como por ejemplo que se haya cambiado el termostato o sufra algún fallo de resistencia. Existen diversas soluciones para arreglar una freidora eléctrica que no calienta, pero vamos a explicarte la más básica.
Si el problema es la resistencia, entonces debes comprobar que el interruptor de seguridad esté activado. Generalmente el mismo suele encontrarse en una parte oculta del aparato, por lo que debes desarmarlo y extraer la resistencia para comprobar que el interruptor esté en su posición correcta.
Después de esto, procede a abrir la caja con el destornillador. El resto es similar al paso anterior, donde controlas todos los componentes con el multímetro para comprobar que posean corrientes eléctricas. En el siguiente vídeo podrás apreciar con más detalles sobre el interruptor y la resistencia de la freidora.
Otra solución para saber cómo arreglar una freidora eléctrica es colocar una lámpara entre los dos extremos de la conexión a la resistencia. Si estas se prenden y apagan, es porque la resistencia funciona. Luego se ubica un fusible térmico y se procede a crear un puente, el cual debe hacer contacto con los cables del termostato y generar energía suficiente para que la freidora pueda calentar bien el aceite.
Si tu freidora no deja de calentar el aceite, puede que tenga un fallo del termostato, el cual sigue aumentando la temperatura hasta hacer que salte el de seguridad. En este caso, no queda de otra que sustituir el termostato por otro nuevo.
Para sustituir el termostato, es necesario conseguir un modelo igual al que tiene tu freidora. Algunos modelos cuentan con tres conductores en el cable de alimentación con diferentes colores: azul, negro y bicolor.
La correcta sustitución del termostato es primordial para saber cómo arreglar una freidora eléctrica con éxito, darle una nueva oportunidad a la máquina y ahorrarse en la compra de otra igual. Si te interesa saber más sobre el termostato, te invitamos a visualizar el vídeo.
Sumado a los problemas más comunes que ya repasamos, algunos otros inconvenientes pueden presentarse cuando vas a utilizar tu freidora eléctrica.
Las siguientes son alternativas a revisar ante un fallo en tu unidad:
Más allá de los problemas con la resistencia o el termostato, uno de los fallos de seguridad más comunes es el del fusible térmico. Este es un componente crucial que actúa como un corta-corriente permanente si la temperatura dentro del equipo excede un límite de seguridad preestablecido, generalmente debido a un fallo en el termostato o a una ventilación obstruida.
En el caso de que la freidora se apague de golpe y ya no vuelve a encenderse, incluso después de pulsar el botón de reinicio, si lo tiene, es muy probable que el fusible esté fundido.
¿Cómo verificar que este puede ser el problema? Para diagnosticarlo, utiliza el multímetro en modo de continuidad; si no hay pitido ni lectura, el fusible está abierto y debe ser reemplazado por uno con las mismas especificaciones. Es vital no puentearlo, ya que anularía el mecanismo de seguridad.
La freidora eléctrica opera en un ambiente hostil con calor y vapor de grasa, lo que puede deteriorar el cableado con el tiempo. El problema a veces no es el componente principal, sino la conexión.
Para verificar si este es el problema que evita un correcto funcionamiento, es fundamental inspeccionar el cable de alimentación. Esto en busca de grietas o quemaduras, especialmente cerca del punto de entrada a la unidad.
Internamente, las conexiones de los terminales que llegan a la resistencia o al termostato pueden aflojarse u oxidarse por el calor y la humedad. Una conexión floja puede generar un punto caliente que provoque un cortocircuito o, al menos, una alimentación intermitente que impida que la freidora caliente de forma eficiente o que incluso se dispare el disyuntor del local. Si se detectan cables dañados o terminales quemados, deben ser sustituidos y asegurados correctamente.
Aunque las freidoras de aceite suelen ser silenciosas, si su modelo incluye un sistema de ventilación forzada, los ruidos inusuales son una señal de advertencia. Un sonido de traqueteo o un zumbido excesivo puede indicar que el ventilador está dañado, que el motor está fallando o que hay un objeto extraño obstruyendo sus aspas.
En el caso de que el ventilador deje de funcionar, la unidad no podrá disipar el calor correctamente. Esta situación puede provocar un sobrecalentamiento y el inevitable disparo del fusible o del termostato de seguridad. En estos casos, la reparación se centra en limpiar o reemplazar el motor o el ventilador.
Como punto final al revisar cómo arreglar una freidora eléctrica, a menudo las fallas de calentamiento o de encendido pueden ser el problema y las mismas están relacionadas con la falta de mantenimiento. La acumulación excesiva de grasa y residuos en el cuerpo de la freidora, especialmente si se llega a la resistencia, actúa como aislante, impidiendo que el calor se transfiera al aceite o al aire.
Siendo así, si notas que la freidora tarda mucho más en alcanzar la temperatura o que la cocción es inconsistente, asegúrate de que la resistencia esté lo más limpia posible. En freidoras con cestas antiadherentes, el desgaste físico del revestimiento es una señal de que el aparato ha llegado al final de su vida útil, ya que partículas del material pueden contaminar los alimentos, siendo un riesgo para la salud.
Es importante aclarar que se requiere de mucho cuidado para saber cómo arreglar una freidora eléctrica sin estropear el aparato. Estos consejos son solo orientativos, pero, si en ninguno de los casos han resultado, recomendamos acudir a un especialista.
Si bien nuestra guía paso a paso sobre cómo arreglar una freidora eléctrica te proporciona las herramientas y el conocimiento para solucionar los fallos más comunes, es crucial saber cuándo el problema excede las capacidades de una reparación casera y es hora de contactar a un experto.
¿Cuándo acudir a un profesional especializado? Aunque puedes intentar hacer por ti mismo las reparaciones, en los siguientes casos es cuando más necesitas a un conocedor experto:
En el sector de la hostelería, cada hora de inactividad de tu freidora es una pérdida para tu negocio. Por eso, contar con un Servicio Técnico Especializado como el que ofrecemos en Fibraclim no es solo una opción, sino una inversión inteligente.
Nuestros técnicos certificados no solo repararán la avería actual, sino que también podrá realizar un diagnóstico preventivo completo. Con este paso aseguran que todos los sistemas funcionen a máxima eficiencia y así poder prolongar la vida útil de tu equipo.
Si la avería es grave o el problema es recurrente, no dudes en ponerte en contacto con nuestros expertos de Fibraclim en este enlace. Aquí te ofreceremos un servicio rápido y la garantía de que tu máquina estará operativa de nuevo, en poco tiempo, y en las mejores condiciones.
En Fibraclim queremos no solo brindarte la posibilidad de hacer una reparación de calidad ante tu unidad con problemas. Por ello en nuestra tienda encuentras alternativas ideales cuando necesitas sustituir o sumar una freidora a tu equipamiento de hostelería.
En ese sentido ¿Qué alternativas tienes disponibles? Veamos lo que puedes encontrar en nuestro catálogo:
Como ya tienes experiencia haciendo tus preparaciones en freidoras eléctricas, esta es una alternativa para sustituir una unidad que se encuentra en reparación o si necesitas renovar la que tienes actualmente por una nueva. Algunas de las alternativas que tienes disponible pasan por los siguientes modelos:
Este modelo está diseñado para el alto rendimiento y la seguridad. Fabricada en acero inoxidable de alta calidad, garantiza una excelente resistencia a la corrosión.
Destaca de la EF-1V-Doble su alta seguridad gracias a un doble mecanismo: un termostato de seguridad con corte a 210°C con rearme manual y un microinterruptor de seguridad que desconecta automáticamente la resistencia al extraer el cabezal. Incorpora resistencias blindadas de alto rendimiento que aseguran una rápida recuperación de la temperatura.
El diseño prioriza el mantenimiento, con sus cubas de aceite extraíble con bordes redondeados y un grifo integrado para un vaciado de aceite sencillo y rápido.
La EVO12, fabricada en España, es una solución robusta y eficiente para cocinas profesionales. Uno de sus mayores atractivos es la “zona fría” ubicada debajo de la resistencia, donde se depositan los residuos de alimentos. Este sistema evita que los restos se quemen, prolongando la vida útil del aceite y previniendo la mezcla indeseada de sabores entre frituras.
Sumado a lo anterior, esta freidora cuenta con una cuba interior embutida sin ángulos, que facilita la limpieza. Esto, además, con un cabezal eléctrico totalmente estanco y extraíble.
Al igual que el modelo anterior, incluye un termostato de seguridad de gran calidad (240°C) con rearme manual y un microinterruptor de seguridad. Ambos elementos garantizan un funcionamiento seguro y controlado en todo momento.
Si no te convence incorporar otra freidora eléctrica a tu equipamiento, la alternativa es un modelo de freidora de gas, que garantiza una cocción rápida, confiable y efectiva. Algunos de los modelos de Fibraclim son muy convenientes:
Este modelo es sinónimo de potencia y durabilidad. Fabricada en acero inoxidable y perteneciente a la robusta Línea 700, esta freidora EMPPLS7FG010 está equipada con un quemador interno de altísimo rendimiento (17,41 kW) que asegura una rápida recuperación de la temperatura. Cuenta con un control termostático preciso y un termostato de seguridad para máxima fiabilidad.
El diseño está pensado para la higiene: la cuba está embutida con esquinas redondeadas y un grifo de vaciado integrado facilita enormemente la limpieza y el saneamiento, esencial en cualquier cocina profesional.
Viene con dos cestas y está predispuesta para gas propano/butano, con inyectores para gas natural incluidos.
La Línea PEKÍN ofrece una solución de gran capacidad y flexibilidad para la sobremesa, con dos cubas independientes de 17 litros cada una. Esta configuración de doble cesta permite freír simultáneamente diferentes alimentos sin mezclar sabores ni olores, maximizando la eficiencia de la cocina.
¿Qué ventajas tiene el uso a gas? Para tu negocio esto se traduce en un mayor ahorro energético a largo plazo en comparación con los modelos eléctricos.
Al igual que otros equipos profesionales, la GF-182 está equipada con grifos de vaciado para una extracción del aceite segura y cómoda, garantizando que el personal pueda mantener el aceite limpio y en las mejores condiciones para ofrecer siempre la mejor calidad en las frituras.
Ahora que estás más claro en cómo arreglar una freidora eléctrica y las alternativas cuando necesitas incorporar un nuevo equipo a tu cocina, es momento de tomar acciones en caso de necesitar una. En Fibraclim siempre te ayudaremos a solucionar las necesidades de tu negocio en pro de tu éxito comercial y la tranquilidad de tu rutina diaria.
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Si necesitas asesoramiento personalizado, puedes ponerte en contacto con nosotros. ¡Nos gusta poder ayudar a nuestros clientes!
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