Existen cientos de respuestas cuando se pregunta por los tipos de acero inoxidable utilizados en la industria alimentaria. Fabricantes y desarrolladores, con el paso de los años, han logrado implementar diversas alineaciones en relación con cada área de los alimentos, a fin de cubrir todas las necesidades del sector.
En Fibraclim explicamos todos los detalles sobre el tema y las mejores decisiones que pueden tomar aquellos que tengan un negocio en esta área al momento de elegir productos de acero inoxidable.
El acero inoxidable se caracteriza por ser resistente a la corrosión debido a sus compuestos de acero, níquel y cromo. El hecho de que no se oxide lo vuelve un material sumamente higiénico e ideal para la conservación, contención y almacenamiento de productos alimenticios de todo tipo.
Además, su superficie lisa lo vuelve fácil de limpiar, no necesita métodos de desinfección complicados y se mantiene brillante con mantenimientos mínimos al día.
Estos motivos hacen que el uso del acero inoxidable en la industria alimentaria sea mundialmente reconocido, y los fabricantes decidan moldear algunas mezclas del metal para crear sus maquinarias, instrumentos de cocina y demás útiles que se utilizan en cocinas domesticas e industriales.
Tabla de contenidos
¿Cuáles son los principales tipos de acero inoxidable?
Debido a las propiedades inalterables del acero inoxidable, este se posiciona como uno de los metales obligatorios para los fabricantes. Hay cientos de composiciones y variaciones para toda clase de áreas como la construcción y gastronomía; sin embargo, actualmente se clasifican en tres grupos principales: los martensíticos, los ferríticos y los austeníticos.
Por otro lado, existen otros dos que derivaron de la necesidad de tener mayor resistencia a la corrosión y a las presiones mecánicas: el acero dúplex y los endurecibles por precipitación.
Los tres primeros son el punto de partida para la gama de variaciones de aceros que se ofrecen en el mercado. Lo que marca la diferencia entre todo es la resistencia a las temperaturas, químicos y sustancias diversas, ya que cada uno tiene diferentes grados de cromo, carbono y níquel.
Los martensíticos
Compuestos fundamentalmente de carbono y cromo. Son las conocidas series “400” y tiene propiedades magnéticas, no soporta soldaduras, tiene baja resistencia a la corrosión y es bastante duro, por lo que las presiones mecánicas no son un problema. Se usan principalmente en el área de la mecánica.
Ferríticos
Tienen gran importancia en el área de los equipos comerciales como cubiertos, tornillos, instrumentos dentales, tuberías de gas y hasta piezas deportivas. Son medianamente resistentes a la corrosión porque cuentan con carbono hasta el 18% y cromo en un máximo de 2%. Además, tienen cierto nivel de magnetismo.
Austeníticos
Su renglón es mucho más amplio y figura como los ideales para los implementos de cocina en todo el mundo. Cuentan con unas amplias presentaciones de alineaciones y todas son altamente resistentes a los extremos térmicos, no son magnéticos, soportan la presión mecánica, no se oxidan y su composición permite que se puedan modelar con facilidad.
Dúplex y endurecibles
Sobre los dúplex se debe decir que son magnéticos y, con la adición de elementos como el nitrógeno, cuentan con una importante resistencia al oxido. Por otro lado, los endurecibles por precipitación se desarrollaron con el fin de cubrir las necesidades de las industrias de mecanizado y producción industrial; tienen gran resistencia a las presiones y se crean con técnica de endurecimiento térmico.
Tipos de acero inoxidable utilizados en la industria alimentaria
De acuerdo con los expertos de la gastronomía, los tipos de acero inoxidable utilizados en la industria alimentaria son las alineaciones AISI 316 y AISI 430. ¿Por qué? Porque tienen compuestos equilibrados y especiales que los hacen ideales para entrar en contacto con los alimentos y conservarlos por largos periodos; además, soportan el frio y el calor y se pueden desinfectar con gran facilidad sin importar el tipo de sustancia con la que entraron en contacto.
AISI 316
Está dentro del grupo de los aceros austeníticos. Es uno de los principales utilizados en la industria de los alimentos porque soporta la exposición a sustancias corrosivas como los químicos, la sal, vinagre, limón y cualquier compuesto ácido que podría dejar marcas y daños en otros aceros con menores cantidades de cromo y níquel.
AISI 430
Pertenece a los aceros ferríticos y esto lo hace magnético. Es igualmente resistente a la corrosión como el 316, pero la diferencia es que contiene menos porcentaje de níquel; es decir, tiene costos menores siendo más accesible para toda clase de fabricantes e industrias.
Debido a que se consume con clases específicas de ácidos de las comidas, es usado en situaciones concretas y mayormente se busca para remates de adornos y elementos de construcción.
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